Karl-Anthony Towns transformó a los New York Knicks en una amenaza real en la Conferencia Este. Desde su llegada en octubre de 2024, mediante un intercambio con los Minnesota Timberwolves, fortaleció el juego interior y mejoró la eficiencia ofensiva del equipo.
Durante la temporada regular 2024-25, promedió 24.4 puntos y 12.8 rebotes por partido. Encestó el 52.6% de sus tiros de campo y el 42% desde la línea de tres. Con ese rendimiento, se posicionó como uno de los centros más eficientes de la liga. También fue titular en el Juego de Estrellas de la NBA 2025.
En los playoffs, mantuvo su impacto. Ante los Boston Celtics, en las semifinales de conferencia, promedió 17.5 puntos y 15 rebotes. En el Juego 3, firmó una actuación estelar con 21 puntos y 17 rebotes. Su presencia en la pintura dio a los Knicks una ventaja clave que no tuvieron el año anterior.
En 2024, los Indiana Pacers eliminaron a Nueva York en siete juegos. En esa serie, los Knicks carecieron de un jugador dominante en la pintura. Esta vez, Towns marcó la diferencia. Su versatilidad ofensiva y su capacidad defensiva equilibraron el duelo ante Indiana.
También abrió espacios para compañeros como Jalen Brunson y Josh Hart con su tiro exterior. Su liderazgo aportó seguridad en los momentos clave de cada partido.
Ahora, con Towns como figura central, los Knicks llegaron con otra cara a las finales del Este. Su eficiencia, presencia física y aporte silencioso en ambos extremos de la cancha colocaron al equipo a las puertas de las Finales de la NBA por primera vez en más de 20 años.
