El Barcelona cerró el año con incertidumbre sobre el futuro de Dani Olmo y Pau Víctor. En la medianoche de año nuevo, límite impuesto por LaLiga. El club azulgrana solicitó a la Federación Española de Fútbol una nueva licencia para ambos jugadores, tras el rechazo inicial de la patronal.
LaLiga no aprobó la documentación presentada por el Barça debido a que el club no alcanzó los 60 millones de euros necesarios para cumplir con el fair play financiero. La falta de garantías de pago exigidas por la Comisión Delegada de LaLiga complicó la inscripción. Lo que llevó al club a buscar una solución en la Federación.
El Barcelona confía en que la Federación Española otorgue un plazo adicional, posiblemente hasta el final del mercado de invierno. Durante este tiempo, el club espera resolver las exigencias financieras y garantizar que Dani Olmo pueda jugar la segunda parte de la temporada.
En verano, LaLiga permitió la inscripción provisional de Olmo y Pau Víctor gracias a la baja de larga duración de Andreas Christensen. Sin embargo, este permiso expiró el 31 de diciembre. Para intentar cumplir con los requisitos, el club vendió parte de los palcos VIP del estadio a un grupo inversor árabe, un movimiento que aún no genera los ingresos necesarios.
Joan Laporta, presidente del Barça, viajó a Dubái para cerrar este acuerdo, pero las dudas sobre las garantías de cobro frenaron el proceso. LaLiga recordó los problemas previos con el fondo Libero en el negocio fallido de Barça Studios, lo que generó más retrasos en la aprobación.
Ahora, la decisión recae en la Federación Española de Fútbol. El futuro de Dani Olmo y su continuidad con el Barcelona están en manos de este organismo, que determinará si el jugador puede ser inscrito para la próxima fase de la temporada.

