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Gigantes del Cibao: el equipo que llega al Round Robin encendido y con refuerzos 

EsquinaRD. – Los Gigantes del Cibao entran al Round Robin como uno de los equipos con mejor forma del torneo. No fue una temporada lineal ni cómoda, pero el cierre de la serie regular cambió por completo la narrativa. De un equipo al borde de la eliminación pasaron a uno que llega a enero con confianza, refuerzos puntuales y un bullpen diseñado para juegos cerrados.

Clasificaron en la tercera posición, una ubicación que no solo les aseguró el boleto, sino también una ventaja estratégica clave de cara a la semifinal.

Un arranque que puso al equipo contra la pared

La temporada de los Gigantes comenzó con señales de alarma tempranas. El equipo abrió con récord de 0-5, un inicio crítico que rápidamente los colocó en el radar negativo del torneo. Durante el tramo medio, la irregularidad fue la constante: oscilaron entre el cuarto y quinto lugar, e incluso llegaron a tocar el fondo de la tabla.

A finales de noviembre apareció un breve repunte que los llevó momentáneamente al tercer puesto, pero el inicio de diciembre volvió a ponerlos en aprietos. Una racha de seis derrotas consecutivas parecía sentenciar su eliminación y dejó al equipo sin margen de error.

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El cierre que cambió la historia

Lejos de colapsar, los Gigantes reaccionaron en el momento exacto. El equipo ganó siete de sus últimos ocho partidos, aseguró la clasificación y lo hizo con un momentum positivo, un factor que suele ser decisivo en formatos cortos como el Round Robin.

El cierre no solo significó victorias. También redefinió el estado anímico del club y validó ajustes que la gerencia venía trabajando desde semanas atrás.

El Draft de Reingreso como ventaja competitiva

La tercera posición en la tabla les permitió acceder a una pieza clave en el Draft de Reingreso: Francisco Mejía, el receptor más productivo disponible.

La selección respondió a una carencia estructural clara. Durante toda la serie regular, los Gigantes carecieron de ofensiva consistente desde la receptoría. Mejía llega para cubrir ese vacío con impacto inmediato:

-Balance al lineup.

-Capacidad de batear en el medio del orden.

-Producción desde ambos lados del plato.

La ofensiva llega fortalecida con piezas que cumplen roles específicos: Ismael Munguía, líder de bateo del campeonato, aporta contacto, consistencia y presión constante sobre el pitcheo rival.

Gustavo Núñez, suma versatilidad defensiva y experiencia probada en escenarios de playoffs, un valor que suele marcar diferencias en enero.

A esto se añade el esperado debut de Noelvi Marte, quien se integrará directamente al corazón del lineup. Según la gerencia, su preparación estuvo enfocada específicamente en el Round Robin, no en una adaptación progresiva.

El pitcheo abridor: confianza con cautela

Los Gigantes confían en la rotación que cerró de buena forma la regular, encabezada por: Daniel Megden, Steve Moyers, Shane Greene.

El cuerpo técnico considera que el grupo puede sostener entradas de calidad, aunque el equipo se mantiene activo explorando opciones externas para reforzar la profundidad si el calendario lo exige.

El bullpen como arma principal

Donde el proyecto está más claro es en el relevo. Los refuerzos adquiridos apuntan directamente a ganar juegos cortos: Luis Frías, Neftalí Feliz, Ofreidy Gómez. Estos brazos se suman a un núcleo ya confiable con Anderson Pilar, Fernando Abad y Jimmy Cordero. El objetivo es claro, profundidad, experiencia y control del juego corto, una receta clásica para sobrevivir en enero.

Los Gigantes del Cibao llegan al Round Robin con confianza renovada y balance real. No fueron dominantes durante toda la serie regular, pero cerraron como equipo de playoffs, ofensiva reforzada en puntos críticos (receptoría y medio del lineup) y un bullpen construido para ganar partidos cerrados.

Si el impulso del cierre se mantiene y el pitcheo abridor sostiene entradas de calidad, los Gigantes no solo son un clasificado más. Son un rival incómodo y peligroso en el todos contra todos de la LIDOM.