La presencia latina en la NBA ya no es una nota al pie, sino una historia de resistencia, talento y legado. El conteo publicado por NBA Latam muestra a los 10 jugadores de origen latino con más partidos disputados en la liga, un ranking que retrata décadas de esfuerzo en un baloncesto dominado por potencias tradicionales.
Horford, el líder indiscutible
En la cima aparece Al Horford, con 1,138 partidos jugados, el dominicano que se ha convertido en símbolo de longevidad y consistencia. Su rol en los Celtics lo ha mantenido como pieza clave incluso en etapas donde otros contemporáneos ya se habían retirado. Horford no solo representa a la República Dominicana, sino también la imagen del latino trabajador, disciplinado y resiliente.
El peso de Argentina y Puerto Rico
La lista también exalta el legado argentino, con Manu Ginóbili (1,057 juegos) y Luis Scola (743), figuras que dejaron huella en épocas distintas. Ginóbili, ícono de los Spurs y del baloncesto mundial, fue pionero en demostrar que el talento sudamericano podía brillar al más alto nivel. Scola, por su parte, personificó la entrega y la durabilidad.
Puerto Rico aporta tres nombres: José Juan Barea (831), Carlos Arroyo (569) y Maurice Harkless (621). Entre ellos, Barea se distingue por haber sido parte esencial del histórico campeonato de los Dallas Mavericks en 2011.
El dominio dominicano
La República Dominicana coloca a tres representantes en el top 10: Horford, Karl-Anthony Towns (645) y Charlie Villanueva (656). Una muestra del peso creciente del país caribeño en el baloncesto global.
Un futuro prometedor
Más allá de los números, este ranking confirma que la influencia latina no es pasajera. Desde Rolando Blackman, pionero panameño con 980 juegos, hasta las estrellas actuales, los jugadores latinos han demostrado que su aporte a la NBA es cada vez más sólido.
El reto ahora es que las nuevas generaciones sigan ampliando este legado, inspirados por estos nombres que, con esfuerzo y constancia, escribieron páginas doradas en la historia del baloncesto.
