La AmeriCup 2025 terminó para la República Dominicana. La selección cayó frente a Brasil en un partido donde el rival impuso su ritmo desde el primer cuarto y no dio tregua en defensa ni en ataque. El resultado los deja fuera de la lucha por medallas, pero no borra lo que se vio en el camino: destellos de talento, juventud y crecimiento.
Un partido cuesta arriba
Brasil, con su tradición y físico dominante, tomó ventaja desde el inicio. Dominicana luchó, tuvo momentos de chispa y ofensivas rápidas, pero nunca pudo igualar la profundidad del banquillo brasileño ni su efectividad en las transiciones. La derrota cerró el camino en el torneo, aunque dejó lecciones claras de lo que hay que mejorar: defensa perimetral y consistencia en el tiro exterior.
El sueño se detiene, pero no termina
Para muchos, este fue un paso intermedio. Dominicana mostró que tiene material para competir y que la brecha con las potencias no es tan grande como antes. Jóvenes figuras se ganaron su espacio y, aunque la AmeriCup se acabó aquí, el aprendizaje suma de cara al Mundial y a los Juegos Panamericanos.
Orgullo y tarea pendiente
Salir de un torneo continental siempre deja un sabor amargo, pero también orgullo: el baloncesto dominicano ya es un nombre que se respeta en la región. Falta consistencia, sí, pero el futuro se escribe con la experiencia de noches como esta.
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