El mariscal de campo de los Chiefs, Patrick Mahomes, se entrenó con normalidad el miércoles y espera estar listo para el juego del domingo contra los Broncos, tras sufrir una torcedura en su tobillo izquierdo durante el partido contra los Buccaneers. Mahomes sintió dolor al lanzar un pase de touchdown tras un resbalón en el césped mojado de Arrowhead Stadium, pero continuó jugando y ayudó a los Chiefs a ganar en tiempo extra 30-24.
“Está bien,” comentó Mahomes sobre su tobillo. “Está un poco adolorido, pero puedo moverme y espero poder empujar más en los entrenamientos a medida que avanza la semana.” Mahomes, con experiencia en lidiar con lesiones en el tobillo, comenzó su tratamiento justo después del partido del lunes y continuó en casa.
El entrenador Andy Reid aseguró que no necesitarán reducir el ritmo de Mahomes. “Él maneja estas situaciones y se mantiene al tanto”, afirmó. Mahomes aprovechó la corta semana para ver filmaciones y recibir tratamiento temprano el martes.
En cuanto a otros jugadores, el receptor JuJu Smith-Schuster sigue sin entrenar debido a una lesión en el muslo, mientras que el tackle defensivo Tershawn Wharton tampoco practicó por una contusión en la rodilla. Los Chiefs esperan que Charles Omenihu, quien se recupera de una cirugía de ligamento cruzado, e Isiah Pacheco, quien fracturó su fíbula en la Semana 2, regresen para la recta final de la temporada.
Kansas City ha superado varias lesiones importantes, incluyendo las de Rashee Rice y Marquise Brown, mediante fichajes estratégicos. Entre ellos, la adquisición del receptor DeAndre Hopkins, quien se lució con ocho recepciones y dos touchdowns en la última victoria frente a Tampa Bay, destacando su capacidad para ganar duelos individuales.

