Después de la Serie del Caribe 2024, Robinson Canó anunciaría al mundo que, por primera vez en su carrera, jugaría en tierras aztecas con el fin de mantener viva su larga trayectoria en el béisbol.
Canó llegaría a los Diablos Rojos del México, uno de los equipos más grandes de la Liga Mexicana de Béisbol. Junto a Trevor Bauer, Canó reforzaría al equipo capitalino de México.
Canó se llevó el premio de Jugador Más Valioso al ser líder en hits (141), segundo en OBP (.475), tercero en bases totales (209), cuarto en SLG (.639), quinto en dobles (26) y sexto en RBI con 77.
Canó tuvo una racha de 30 partidos consecutivos bateando de hit, quedando a seis de igualar la marca de la Liga Mexicana de Béisbol. Su promedio de bateo de .431 es el más alto en la historia de la franquicia de Diablos.
La actuación de Canó llevaría a los Diablos a la postemporada, etapa donde los Diablos Rojos remontaron de un 0-3 en la final de Zona y posteriormente los llevaría a la Serie Final, donde se coronarían en 4 juegos ante Sultanes de Monterrey.
En la Serie Final, Canó acumuló una línea ofensiva de (.300) en 19 partidos de postemporada donde conectó 24 hits, 17 carreras anotadas y 17 producidas, 2 dobles, 4 cuadrangulares con OBP y OPS de .363 y .851 respectivamente en 80 turnos al bate.
En la Serie del Rey compiló .333 de promedio (18-6), con un doble, un vuelacercas y cuatro remolcadas, .400 de OBP y .956 de OPS.
