Los Dallas Mavericks sacudieron la liga al enviar a Luka Doncic, Maxi Kleber y Markieff Morris a Los Angeles Lakers a cambio de Anthony Davis, Max Christie y una selección de primera ronda del draft de 2029. Utah Jazz también entró en la operación y adquirió a Jalen Hood-Schifino, junto con selecciones de segunda ronda de 2025 de los Clippers y los Mavs.
El gerente general de Dallas, Nico Harrison, explicó la decisión de desprenderse de su estrella. “Creo que la defensa gana campeonatos. Conseguir un pívot All-Defensive y un jugador All-NBA con mentalidad defensiva nos da una mejor oportunidad. Estamos preparados para ganar ahora y en el futuro”, declaró a ESPN.
La salida de Doncic no solo responde a razones deportivas. Fuentes dentro de la organización señalaron que su falta de disciplina con la dieta y el acondicionamiento preocupaba al equipo. Las constantes lesiones y problemas físicos pesaron en la decisión de los Mavericks. Esta temporada, el esloveno solo jugó 22 partidos, afectado por esguinces, contusiones y molestias musculares.
Desde Navidad, Luka no ha vuelto a la duela. Aunque llegó en buena forma al inicio del campamento, su peso se disparó a 260 libras a principios de temporada, lo que llevó a Dallas a pausarlo en noviembre para que trabajara en su condición física. No era la primera vez que sucedía; en la campaña 2022-23 tuvo una baja similar.
El traspaso ocurre meses antes de que Doncic pudiera recibir una extensión de cinco años y 345 millones de dólares. Ahora, Los Ángeles se convierte en su nuevo hogar, donde formará una dupla estelar con LeBron James. Mientras tanto, Dallas apuesta por Davis como su nuevo pilar defensivo en la lucha por el campeonato.
