Carlos Alcaraz se unió al juego limpio este domingo en Roland-Garros. En pleno segundo set, el español admitió haber quebrado las reglas y cedió un punto a Ben Shelton en su triunfo por 7-6(8), 6-3, 4-6 y 6-4 en los octavos de final.
El momento curioso llegó cuando Shelton conectó un tiro imposible de devolver. Alcaraz lanzó su raqueta al aire en un intento desesperado, y la bola regresó al otro lado de la red. Aunque el juez inicialmente le dio el punto, Alcaraz se acercó y reconoció que no sostenía la raqueta al impactar la pelota. El árbitro corrigió y el público lo ovacionó.
Pese a esa acción que le dio a Shelton su primer punto de quiebre, Alcaraz lo salvó, junto a otros cinco en ese extenso juego de 20 puntos. El español mantuvo su temple y se llevó los dos primeros sets en un duelo intenso entre dos jóvenes de 22 años.
Shelton, sembrado 13, golpeó con potencia: sacó hasta 230 km/h y pegó derechas de 187 km/h. Aun así, Alcaraz mostró su repertorio con dejadas, voleas y ángulos. Shelton tuvo tres puntos de set en el primer tiebreak, pero Alcaraz resistió con sangre fría y cerró con un tiro cruzado.
Shelton reaccionó en el tercero, celebrando efusivo al ganar con un error de derecha de Alcaraz. Sin embargo, en el cuarto set, el murciano rompió para el 2-1 con una dejada milimétrica. Desde ahí, no soltó el control y cerró en 3 horas y 19 minutos.
Alcaraz sumó su undécima victoria seguida en Roland-Garros y enfrentará este martes al estadounidense Tommy Paul en cuartos de final.