Santo Domingo.- Las Águilas Cibaeñas defendieron su nido con carácter y metieron otro triunfo clave en la mochila al vencer 2-0 a unos Toros que solamente pudieron pegar un hit en todo el juego.
Joyce encendió la fiesta amarilla
El juego se mantenía cerrado hasta que Corey Joyce se paró en el quinto y soltó un palo que cayó como sentencia por el jardín izquierdo, dándole a los cibaeños el empujón que necesitaban para tomar control.
Drew Parrish marcó el ritmo desde la lomita con cinco entradas de pura calidad, apenas un hit permitido, dos boletos y cuatro ponches. El tipo dominó sin bulla y dejó a los Toros buscando oxígeno.
Tres brazos más siguieron el plan sin pestañear hasta que Burch Smith cerró el noveno con dos ponches y su tercer rescate. El relevo se lució con seis ponches combinados y cero libertades.
Leody puso la segunda y bajó el telón
En el séptimo, Leody Taveras se creció con dos outs y conectó un triple al derecho que arrastró a Joyce desde primera. Ese batazo puso el marcador 2-0 y prácticamente apagó cualquier esperanza romanense.
Aaron Leasher aguantó cuatro entradas y un tercio por los Toros, pero el jonrón de Joyce lo dejó cargando con la derrota. Después de eso, los bates taurinos no encontraron la manera de reaccionar.
Las Águilas, de su lado, aprovecharon el apoyo del Estadio Cibao para firmar su tercera blanqueada sobre sus rivales directos y ampliar la distancia a seis partidos y medio. Y lo mejor: evitaron una cadena de tres derrotas, algo que no han vivido este año.
El único imparable de los Toros salió del bate de Jeimer Candelario con un doble al izquierdo en el segundo, pero Parrish respiró hondo y retiró a los siguientes dos para mantener el juego en paz.
