El origen de este día es mitad historia, mitad tech. En 2005, en una cumbre bien top de la ONU, se propuso que esta fecha sirviera para que no se nos olvide lo importante que son las TIC (tecnologías de la información y comunicación). Y en 2006 dijeron: “ok, pues vamos a unir dos celebraciones en una sola”. Desde entonces, no solo se celebra la historia de las telecomunicaciones, sino también cómo la tecnología está cambiando la vida de todos, para bien… o para preocuparse un poco.
Pero ojo, no es solo para decir “¡yay, internet!”. Este día también pone el dedo en la llaga sobre temas que a veces ignoramos: ¿Quiénes realmente tienen acceso a internet? ¿Quiénes se quedan fuera? ¿Cómo protegemos nuestra info? ¿Y qué pasa con la gente que aún no puede ni enviar un correo porque no tiene señal?
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) quiere que hoy hablemos de eso. Que los países hagan actividades, que la gente debata, y que se piense cómo usamos la tecnología no solo para scroll infinito, sino para mejorar vidas.
En fin: más que cables y pantallas, esto va de derechos, de oportunidades y de cerrar la brecha entre los que tienen internet… y los que todavía están esperando que les cargue el Wi-Fi.
La brecha digital en República Dominicana
Esta brecha está creciendo y amenaza con dejar fuera del progreso a miles de personas, según Diario Libre (Brecha Digital RD 2025), Mientras el mundo se mueve a mil por hora con Inteligencia Artificial, 5G y ciudades inteligentes, aquí seguimos con zonas donde no hay ni señal para mandar un mensaje de texto.
En los últimos años, sí se han hecho esfuerzos. Pero según los datos de 2024 y 2025, el avance no está siendo lo suficientemente rápido. Aunque la población creció de 11.38 a 11.5 millones (un 0.8 % más), y la urbanización subió a 85.2 %, lo cual en teoría debería facilitar el acceso a internet, la conectividad no está creciendo al mismo ritmo. Las conexiones móviles van lento, y el uso de redes sociales se estancó.
Las conexiones móviles pasaron de 10.27 millones a 10.3 millones, alcanzando una penetración del 90%. Sin embargo, el ritmo de crecimiento se desaceleró significativamente: del 4% en 2024 al 2.1% en 2025. Este descenso sugiere que el mercado está alcanzando una saturación que podría limitar la expansión de servicios digitales esenciales.
Esto no es solo un tema de «quién tiene más megas», es un problema que afecta el acceso a la educación, al empleo y a la innovación. Y si no se toman medidas, podríamos quedarnos atrás en un mundo que no espera por nadie.