San Francisco.- Sam Altman reunió a su gente y soltó la bomba: OpenAI entró en “código rojo” para mejorar ChatGPT. El aviso salió en un memo interno filtrado a medios estadounidenses, y dejó claro que la compañía quiere reaccionar rápido.
Google y Anthropic pisan fuerte y recortan distancia. La prensa especializada destacó que la nueva versión de Gemini, presentada hace semanas, brilló en pruebas del sector y empujó las acciones del gigante de las búsquedas. Ese movimiento encendió alarmas.
Cambios en la agenda
Altman explicó que varios proyectos se frenan para dedicarle más tiempo a ChatGPT. Entre ellos están los planes de anuncios, iniciativas de compras, soluciones enfocadas en salud y un asistente personal llamado Pulse. La idea es concentrar la fuerza en un solo frente.
OpenAI quiere un ChatGPT más rápido, más estable y mejor adaptado a cada usuario. También pretende que responda un volumen mayor de preguntas sin trabas. El enfoque apunta a subir la calidad del servicio en un momento de competencia dura.
Acelerando el trabajo
El memo indicó que habrá llamadas diarias con los equipos involucrados en las mejoras. Altman motivó movimientos temporales de personal para meter velocidad y avanzar sin freno. En pocas palabras, OpenAI decidió apretar el paso para no perder terreno.

