La Voyager 2 no está perdida en el espacio interestelar, según anunció ayer la NASA. El Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL, por sus siglas en inglés) de la agencia espacial norteamericana confirmó en Twitter que ha detectado débiles señales de radio de la veterana sonda, “algo así como escuchar el latido de la nave”, y que esto confirma que la nave sigue en buen estado y emitiendo información desde fuera del Sistema Solar. Lo que sucede es que esta información ya no llega correctamente a la Tierra, debido a un error humano que se produjo hace dos semanas.
El 21 de julio, una serie de órdenes rutinarias enviadas a la Voyager 2 provocaron por descuido un desvío de 2 grados en su antena principal. Al estar la sonda a casi 20.000 millones de kilómetros de la Tierra, un pequeño error basta para que la señal no llegue a la Tierra y se pierda en el vacío: por eso se ha interrumpido la comunicación entre la sonda y las antenas de la Red de Espacio Profundo, que reciben sus señales en varios puntos del planeta. “La Voyager 2 actualmente no es capaz de recibir instrucciones ni de transmitir información de vuelta a la tierra.
Por fin, a última hora de este martes, la antena de Canberra (Australia) captó una débil señal de la baliza de la Voyager 2. Eso confirmaba que la desconexión no fue por avería y que los equipos de a bordo siguen transmitiendo. Aunque la situación no ha cambiado, pues las ondas detectadas son tan débiles que no permiten transmitir información, esta novedad abre la esperanza a recuperar el contacto en los próximos días.
La antena de Canberra ha continuado emitiendo órdenes en la dirección general de la Voyager 2 (lanzada en 1977, es la más veterana en activo). Al fin y al cabo, su ruta no se ha modificado: sigue alejándose a la impresionante velocidad de casi 1,5 millones de kilómetros por día (es una de las naves humanas más veloces jamás construidas). La idea es que si la nave oye alguna de esas señales, quizás podría recuperar la orientación. Pero todavía es pronto para saber si esa maniobra de emergencia funcionará. Aunque son secuencias de órdenes muy cortas, viajando a la velocidad de la luz tardan 18 horas en llegar hasta la Voyager 2; y en caso de que la reorientación funcione, habría que esperar otras 18 horas hasta que las señales de la sonda espacial viajaran de vuelta a la Tierra, de nuevo correctamente.