La Inteligencia Artificial (IA) ha sido vista como una herramienta que podría quitarnos el trabajo, pero ahora se habla de algo aún más sorprendente: ¿nos estará robando nuestra capacidad de pensar críticamente?
Michael Gerlich, investigador de la Escuela de Negocios Suiza de SBS en Zúrich, publicó un estudio que apunta a una posible relación entre el uso de la IA y el debilitamiento del pensamiento crítico. Gerlich tiene la hipótesis de que la IA podría generar lo que se conoce como «descarga cognitiva», un fenómeno en el que recurrimos a la tecnología para evitar el esfuerzo mental de tareas que, de otro modo, podríamos hacer nosotros mismos. Este fenómeno no es nuevo, ya que con la llegada de Google comenzamos a depender menos de la memoria. Pero con la IA, la cosa va más allá: no solo olvidamos cosas, sino que incluso delegamos decisiones y tareas cotidianas.
Según Gerlich, esto podría tener efectos negativos. Si no ejercitamos nuestro cerebro, como cualquier músculo, se atrofia. Y, si no usamos nuestro pensamiento crítico con regularidad, nuestra mente podría perder su capacidad para analizar y reflexionar de manera profunda. Es como si la IA nos estuviera “descargando” la necesidad de pensar por nosotros mismos.
Los resultados del estudio
Para comprobar su teoría, Gerlich realizó un estudio con 666 personas (un número bastante curioso, ¿verdad?). Los participantes respondieron preguntas sobre sus hábitos relacionados con la IA y sobre su capacidad de pensamiento crítico. Los más jóvenes, los más familiarizados con las nuevas tecnologías, fueron los que más usaban herramientas como ChatGPT. Y, curiosamente, los más jóvenes también tenían un pensamiento crítico más débil en comparación con los más mayores.
El estudio muestra que, aunque los jóvenes usan más la IA, su capacidad para pensar críticamente se ve afectada. Sin embargo, hay un detalle importante: los datos fueron autoinformados, lo que significa que los participantes dieron sus propias respuestas, lo que puede ser un factor de sesgo. Además, el estudio también encontró que aquellos con un nivel de estudios más alto mostraban un mejor pensamiento crítico, independientemente del uso de la IA.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Gerlich y otros expertos coinciden en que, para evitar que nuestra capacidad de pensar críticamente se desvanezca, es necesario educar a la población sobre la importancia de reflexionar por uno mismo. No todo debe depender de un algoritmo. La IA puede hacernos la vida más fácil, pero eso no significa que debamos dejar de pensar. El desafío está en encontrar el equilibrio adecuado entre aprovechar las ventajas de la IA y seguir ejercitando nuestra mente.
(Hipertextual)