Apple ha lanzado la primera beta para desarrolladores de iOS 26, y lo que he visto tras instalarla en mi iPhone 16 Pro es un cambio tan radical que cuesta asimilarlo. La nueva interfaz, llamada Liquid Glass, impone un lenguaje de diseño lleno de transparencias, efectos de brillo y contornos difuminados que recuerdan a lo que vimos con Vision Pro.
La idea de Apple parece clara: unificar la experiencia visual de todos sus sistemas bajo esta nueva estética. Pero en su estado actual, el contraste y la legibilidad son problemas serios. Las notificaciones apenas se leen si el fondo de pantalla es claro, y el brillo de los bordes de algunas apps provoca un efecto borroso que hace difícil concentrarse en lo que importa.
La beta deja claro que este es solo un primer paso. Aún hay animaciones inacabadas y menús que no funcionan como deberían. Pero Apple ha demostrado en otras ocasiones que sabe pulir su software con el tiempo, y este rediseño promete convertirse en la base para todo su ecosistema en los próximos años.
La IA de Apple, un paso por detrás
Mientras que el rediseño ha sido el protagonista de la WWDC 2025, la inteligencia artificial de Apple sigue sin impresionar. Apple Intelligence funciona completamente en local, una decisión que refuerza la privacidad pero limita sus capacidades frente a rivales como Google o Samsung.
He podido probar el nuevo filtro de llamadas, que bloquea cualquier número desconocido y pregunta quién llama antes de decidir si muestra la llamada o no. Funciona bien para frenar el spam, pero es una solución demasiado radical: podrías perder llamadas importantes si no estás pendiente.
Lo que no he visto aún es un avance real que acerque a Apple a las funciones que ofrece la competencia, como el borrado de audio, la traducción en vivo o el asistente que puede ver e interactuar con la pantalla en tiempo real. De momento, la IA de Apple solo resuelve tareas básicas y se mantiene en un segundo plano.
Una beta que no recomiendo instalar
El rendimiento de iOS 26 en esta primera beta es pobre. En mi iPhone 16 Pro, el sistema se calienta en exceso, se ralentiza y deja ver que todavía está muy verde. No recomiendo instalarlo todavía: la beta pública llegará en un mes y es probable que incluya ya muchas correcciones.
Lo que sí está claro es que Liquid Glass marca un antes y un después en la forma en que Apple quiere que usemos el iPhone. Es el mayor cambio visual desde iOS 7, y aunque todavía hay mucho por pulir, Apple ha dejado claro que esta es la dirección que quiere tomar. La gran incógnita es si será suficiente para que su IA deje de estar a la defensiva y recupere terreno frente a sus competidores.
