El ejército de Estados Unidos utiliza un modelo de iPhone muy peculiar, especialmente diseñado para no poder tomar fotos ni grabar videos. Esto se debe a que el dispositivo se somete a modificaciones antes de ser entregado a los usuarios, lo que incluye la eliminación completa de sus cámaras.
El iPhone modificado para el ejército de EE.UU.
El ejército estadounidense no compra iPhones de la Apple Store; en su lugar, recurre a empresas especializadas que modifican los dispositivos para cumplir con altos estándares de seguridad y privacidad. Entre las modificaciones más notorias se encuentra la eliminación de las cámaras trasera y delantera.
Esta modificación no se realiza mediante software. Empresas como NonCam compran los iPhones de Apple y luego retiran las cámaras de ambos lados, reemplazando la parte trasera con un cristal plano, sin protuberancias. El objetivo es evitar que el dispositivo pueda ser usado para tomar fotos o grabar videos, eliminando así el riesgo de que se filtren imágenes sensibles.
¿Por qué no hacerlo con software?
Dado que los sistemas de Apple son complejos, la forma más segura de garantizar que un iPhone no pueda tomar fotos es retirando físicamente las cámaras. Aunque el software permanezca intacto, el hardware esencial para capturar imágenes simplemente no está presente.
El costo de un iPhone sin cámaras
Estos iPhones modificados no son baratos. Los precios oscilan entre 1.280 y 1.680 dólares, dependiendo del modelo y la generación. A modo de ejemplo:
- iPhone 8 sin cámaras: entre 1.280 y 1.380 dólares
- iPhone SE 2020 sin cámaras: entre 1.380 y 1.530 dólares
- iPhone SE 2022 sin cámaras: entre 1.530 y 1.680 dólares
Estos dispositivos son especialmente solicitados por gobiernos y empresas que necesitan proteger la información confidencial. La empresa encargada de la modificación certifica que los dispositivos no solo están libres de cámaras, sino que también son completamente seguros.
Un modelo exclusivo
Este tipo de modificaciones no están disponibles para el público en general, ya que las empresas suelen trabajar bajo pedidos grandes, principalmente de gobiernos y organizaciones internacionales.
