Sam Altman, el jefe de OpenAI, soltó la sopa:
Lo que tú chateas con ChatGPT —aunque sea un desahogo personal, una confesión o hasta una especie de “terapia”— no está protegido legalmente, y eso podría traerte problemas si un día todo eso llega a manos equivocadas.
¿Por qué esto es importante?
Altman explicó que las charlas con la IA no cuentan con protección de confidencialidad, como pasa cuando tú hablas con un médico, un abogado o un psicólogo. Así que si en algún momento esos datos se filtran o son usados en un proceso legal, no hay ley que te respalde.
La IA no es tu psicólogo
El CEO de OpenAI lo dijo claro en una entrevista reciente:
“La gente habla de las cosas más personales de su vida con ChatGPT… pero esas conversaciones no están protegidas por ninguna ley”.
Y es que, según Altman, cada vez más jóvenes usan la inteligencia artificial como coach de vida o como si fuera un terapeuta, algo que, aunque parezca útil, también es un riesgo si crees que todo lo que escribes ahí se queda entre tú y la máquina.
¿Y entonces qué hacemos?
Altman dejó saber que todavía hay muchas zonas grises en cuanto a la privacidad de estas plataformas. No hay leyes claras que protejan ese tipo de interacciones, y hasta que eso no cambie, cualquier cosa que tú digas ahí podría ser vista por otros o incluso usada en tu contra.
Así que ya sabes, la próxima vez que vayas a contarle tu vida entera a la IA, piensa dos veces si ese mensaje debería estar en un lugar donde no hay abogados, doctores ni psicólogos que te protejan.